
Efemérides: 25 años de la primera promoción del Diaconado Permanente en la Arquidiócesis de Bogotá
Como Iglesia arquidiocesana, en el marco del Año Jubilar y del Camino Discipular Misionero que orienta la acción pastoral y evangelizadora en esta jurisdicción eclesiástica, damos gracia a Dios y a María Santísima por el don del Diaconado Permanente que, desde su instauración por el cardenal Pedro Rubiano Sáenz (q.e.p.d.), bajo decreto 066 de 1995, y a partir de la finalización del primer proceso formativo hace 25 años, ha servido generosamente en parroquias y distintos ambientes eclesiales en esta Arquidiócesis y en diócesis urbanas de la Provincia Eclesiástica de Bogotá.

Memoria agradecida
Un 17 de junio del 2000 la iglesia arquidiocesana dio la bienvenida al primer grupo de Diáconos Permanentes, ordenados antes de la creación de las diócesis urbanas (Soacha, Fontibón y Engativá). En este grupo de servidores del Evangelio se encontraban:
Gerardo Parada, Samuel Plata, Luis Emilio Amado, Ramón Botello, Luís Alejandro Cárdenas(r), Rafael E. Hernández, Edilson Herrera, Luis Rodríguez C., José Valderrama(r), Jorge E. Moncaleano C.
+ Difuntos:
Alberto Figueredo, Rodolfo Guacaneme, Alcides Castro, Ernesto Molano, Rafael Peña, Ignacio Saavedra, Gabriel Sáenz, Luis Hernando Silva, Fernando Triviño, Jaime Ferro.
Diáconos permanentes al servicio de la caridad, la Palabra y la liturgia
Para el cardenal Pedro Rubiano el Diaconado Permanente fue siempre una de sus opciones y prioridades pastorales, reconociendo el valor de este servicio de hombres de familia, que generosamente acompañan como ministros ordenados en parroquias, hospitales, clínicas, cárceles, sala de velaciones y cementerios.
Esta prioridad pastoral se ha mantenido bajo el liderazgo de los obispos y arzobispos que han pastoreado la Arquidiócesis de Bogotá, con el apoyo de sacerdotes y de laicos comprometidos.
La Escuela Arquidiocesana del Diaconado Permanente, que actualmente funciona en las instalaciones del Seminario Conciliar de Bogotá, y la formación permanente adelantada cada tercer sábado del mes, bajo el liderazgo de la Diaconía para la Formación Discipular misionera, son dos estructuras y procesos pastorales desde los que se acompaña este sacramento del orden ministerial.
Dimensiones de la Formación
Académica - Intelectual, Espiritual, Humana y Pastoral. Estas dimensiones fueron presentadas y aprobadas por el cardenal y publicadas en el libro las ‘Directrices del Diaconado Permanente para la Arquidiócesis de Bogotá’, se constituyen en eje trasversal de los procesos formativos en cada una de las etapas: pastoral vocacional aspirantes, candidatos, diáconos permanentes, formación para las esposas e hijos, conforme a la normatividad de las congregaciones para la Educación Católica y para el Clero.

La Arquidiócesis de Bogotá, asume la normatividad de la Conferencia Episcopal Colombiana y las normas arquidiocesanas para la formación de los diáconos permanentes. Y, además, toma las directrices de la Congregación para el Clero y para la educación católica, donde se establecen los derroteros a seguir, con itinerarios y procesos que permitan que el aspirante y candidato llegue al término de su formación con la madurez humana y con la formación teológico pastoral necesaria para el ejercicio de su ministerio diaconal a favor de su comunidad y en especial de quienes padecen la injusticia, la guerra y las condiciones que atenten contra la dignidad humana.
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