Bogotá se embellece para la visita papal

Tanto la Capilla del Sagrario como la Catedral, y el atrio de las mismas, están siendo sometidos a una especial limpieza exterior y mantenimiento ya que sus fachadas han sido víctima del vandalismo y tienen diversos grafitties, manchones de tinta y dibujos. Al interior, los dos edificios están siendo pintados para recibir dignamente tan ilustre visita.

¿Qué es y dónde queda la Capilla del Sagrario?

La Capilla del Sagrario, que es una joya colonial, fue un regalo del sargento mayor del Ejército Real español, Gabriel Gómez de Sandoval y Arratia, hombre piadoso y especialmente devoto del Sacramento de la Eucaristía, quien había hecho el voto de construir un templo al Santísimo.

El arzobispo Julián de Cortázar, sexto arzobispo de esta Iglesia bogotana (1627-1630), había comprado una casa, al sur de la Catedral, para los canónigos. Casa que aún se conserva. Gómez de Sandoval compró dos más, vecinas, para la construcción de la Capilla. Ésta, que arquitectónicamente es un edificio independiente de los anteriores, se comunica con ellos en el interior.

El 28 de octubre de 1660 fue colocada la primera piedra, bendecida por el Provisor del arzobispado, el cronista de Santafé, Lucas Fernández de Piedrahita, más tarde obispo de Santa Marta y Panamá.

Gómez de Sandoval dirigió los trabajos. La cúpula del templo es obra del arquitecto bogotano Nicolás León. En 1700, cuarenta años después de iniciada la construcción, es inaugurada la capilla, se calcula que Gómez había gastado más de $ 75,000. La iglesia fue abierta y bendecida por Fray Ignacio de Urbina, monje jerónimo, arzobispo de Bogotá entre los años 1690 y 1703, el 17 de enero de 1700. El 5 de marzo del mismo año se instaló el Santísimo Sacramento y el 5 de agosto falleció Gabriel Gómez de Sandoval. Sus restos se encuentran en esta misma iglesia.

Gregorio Vásquez de Arce y Ceballos, el pintor bogotano más connotado de la época colonial, realizó más de cincuenta cuadros para ornamentar la capilla (de los cuales se conservan treinta y seis), por encargo de Gómez de Sandoval. Entre ellos se destacan: Los evangelistas; La última Cena (con 25 figuras de un tamaño mayor que el natural); Escenas bíblicas; Los desposorios místicos de Santa Catalina, etc.

Foto: Pedro Felipe