3 lecciones tras el suicidio de un sacerdote de 35 años en Italia

También a los católicos en muchas partes del mundo.
El pasado 5 de julio, el P. Matteo Balzano, un sacerdote de 35 años de la diócesis italiana de Novara, se quitó la vida, lo que suscitó gran conmoción entre los fieles locales y una serie de reflexiones al respecto.
En su cuenta de X, el P. Hayen ofreció tres lecciones que se pueden extraer de esta dolorosa situación:
1. Orar por su alma y evitar juicios condenatorios
El director del semanario presencia de Ciudad Juárez en México destacó que “sólo Dios es el Juez que decide el destino de cada persona. En momentos de desconcierto nos corresponde, como Iglesia, orar en el dolor y la caridad”.
2. Los sacerdotes no son ángeles, son humanos
“Los sacerdotes —recordó el sacerdote mexicano— no somos ángeles sino seres humanos, cada uno con su propia historia de gozos, esperanzas, tristezas y experiencias difíciles”.
“En el ministerio nos enfrentamos a situaciones que nos dan muchísimas alegrías, y a otras que requieren tener mucha madurez para poder manejar situaciones de dolor que son bastante complejas”, agregó.
Por eso, “también necesitamos descansar con nuestra familia, amigos, y tener sanas distracciones que reparen nuestras fuerzas”.
3. No idealicemos a los sacerdotes
Sobre este punto, el P. Hayen destacó que “como toda persona humana podemos atravesar por crisis de salud mental y momentos de mucha oscuridad interior”.
“Conozco sacerdotes que van al psiquiatra o al psicólogo porque quieren mejorar su salud mental. Estas herramientas para mejorar la salud mental son positivas porque tienen su origen en Jesús, quien es médico del cuerpo, la mente y el alma de la persona, y que en su providencia las ha dejado para curarnos”, destacó el presbítero mexicano.
Autor: Walter Sánchez Silva de ACIPRENSA