Visita Papa Juan Pablo II

En 1986, Colombia recibió con alegría y esperanza la visita del Papa Juan Pablo II, quien recorrió diez ciudades del país durante siete días en los que se vivió una profunda renovación espiritual (Radio Nacional de Colombia, 2017; Semana, 2017). Su llegada a Bogotá el 1 de julio fue especialmente significativa, pues en medio de un contexto marcado por la tragedia de Armero y la violencia del narcotráfico, el pontífice trajo un mensaje de fe, paz y reconciliación (Noticias Caracol, 2017).
El Papa fue recibido por el presidente Belisario Betancur y, siguiendo el gesto de su antecesor Pablo VI, besó el suelo colombiano como señal de cercanía y respeto hacia el pueblo (Semana, 2017). En la capital se congregaron millones de fieles que lo acompañaron en lugares como la Plaza de Bolívar, el parque Simón Bolívar y el sector de El Tunal. Allí dirigió palabras firmes y esperanzadoras, invitando a la guerrilla y a los actores de la violencia a abandonar las armas y abrazar la paz (Noticias Caracol, 2017).

Con los jóvenes en El Campín compartió cantos y un mensaje que los animaba a ser protagonistas del futuro de Colombia (Noticias Caracol, 2017). Durante sus encuentros en la Catedral Primada y con comunidades eclesiales, Juan Pablo II insistió en la misión de los sacerdotes, en la dignidad de los campesinos y trabajadores, y en la importancia de la familia y la fe como cimientos de una sociedad reconciliada (Radio Nacional de Colombia, 2017).
Su mensaje fue acogido como un bálsamo en tiempos convulsos y quedó grabado en la memoria de los colombianos como un llamado al compromiso cristiano y a la unidad (Noticias Caracol, 2017). El paso del Papa por Bogotá no solo fue un acontecimiento religioso, sino también un signo de esperanza en medio de la adversidad. Hoy, a casi cuatro décadas de aquella visita, su recuerdo sigue vivo en quienes lo vieron, y su legado continúa inspirando a la Iglesia en Colombia a trabajar por la paz y la fraternidad (Semana, 2017).