Oraciones a la Virgen

A Nuestra Señora que siempre nos acompaña en nuestro caminar como cristianos y nos invita a mantenernos unidos a su Hijo Jesucristo en la oración, te elevamos estas súplicas para que intercedas por nosotros:
Consagración al Inmaculado Corazón de María
Oh Inmaculado Corazón de María,
a ti me entrego, a ti me abandono,
a ti me consagro con todos los míos.
En ti confío porque eres tan poderosa y tan buena.
Protégenos, defiéndenos, sálvanos,
salva nuestros hogares,
salva nuestra parroquia,
salva nuestra Patria.
Amén
Acto de Consagración a la Virgen María
¡Oh Señora Mía! ¡Oh Madre Mía!
Yo me entrego del todo a ti,
y en prueba de mi filial afecto,
te consagro en este día mis ojos, mis oídos, mi lengua y mi corazón.
En una palabra, todo mi ser.
Ya que soy todo tuyo,
¡Oh Madre de Bondad!
Guárdame, protégeme como cosa y posesión tuya.
Amén
Regina Coeli (Reina del Cielo)
Reina del cielo alégrate; aleluya.
Porque el Señor a quien has merecido llevar;
aleluya.
Ha resucitado según su palabra;
aleluya.
Ruega al Señor por nosotros;
aleluya.
Gózate y alégrate, Virgen María;
aleluya.
Porque verdaderamente ha resucitado el Señor;
aleluya.
Bajo tu Amparo
Bajo tu amparo, Santa Madre de Dios;
no desprecies las súplicas que te dirigimos
en nuestras necesidades,
antes bien líbranos de todo peligro
¡Oh Virgen gloriosa y bendita!
Amén
El Magnificat
Proclama mi alma la grandeza de Señor,
se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador,
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitaran todas las generaciones
porque el Poderoso ha hecho obras grandes en mí.
Su nombre es Santo y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
Él hace proezas con su brazo,
dispersa a los soberbios de corazón.
Derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes.
A los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos despide vacíos.
Auxilia a Israel su siervo, acordándose de su Santa Alianza
según lo había prometidos nuestros padres en favor de Abraham
y su descendencia por siempre.
Amén
Angelus
V. Él Ángel del Señor anunció a María.
R. Y concibió por obra del Espíritu Santo.
(Se reza un Ave María)
V. He aquí la esclava del Señor.
R. Hágase en mí según tu Palabra.
(Se reza un Ave María)
V. Y el Verbo se hizo carne.
R. Y habitó entre nosotros.
(Se reza un Ave María)
V. Ruega por nosotros Santa Madre de Dios.
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
Amén
V. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
R. Como era en el principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos.
(Tres veces)
Oremos
Te rogamos, Señor, que derrames tu gracia en nuestra almas,
para que, los que por el anuncio del Ángel
hemos conocido la encarnación de tu Hijo Jesucristo,
por su pasión y su cruz,
seamos llevados a la gloria de la resurrección.
Por el mismo Cristo Nuestro señor.
Amén
Salve, Reina de los Cielos
Salve, Reina de los Cielos
y Señora de los ángeles;
salve raíz, salve puerta, que dio paso a nuestra luz.
Alégrate, Virgen gloriosa,
entre todas la más bella;
salve, agraciada doncella,
ruega a Cristo por nosotros.
V. Que con el auxilio de tan dulce intercesora.
R. Seamos siempre fieles en el terreno caminar.
Amén
Salve
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia,
vida, dulzura y esperanza nuestra.
Dios te salve, a ti llamamos los desterrados hijos de Eva,
a tí suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas.
Ea, pues, Señora, abogada nuestra,
vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos,
y después de este destierro, muéstranos a Jesús,
fruto bendito de tu vientre.
¡Oh, clemente! ¡Oh, piadosa! ¡Oh, dulce Virgen María!
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios,
para que seamos dignos de alcanzar
la promesas de Jesucristo.
Amén